martes, 17 de enero de 2012

Confusión de roles

Nuestra época es testigo de cambios tan rápidos y complejos que no nos da tiempo para adaptarnos a las nuevas situaciones que crean y a los papeles que nos imponen.
Uno de los ámbitos en que la desorientación se hace más visible y palpable es el de las relaciones entre padres e hijos y en la clase de educación que éstos tienen el derecho y el deber de recibir. Sobre esta materia es aleccionador el estudio “Hijos y padres, comunicación y conflicto” publicado en 2002 por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, una de cuyas conclusiones más desalentadoras es que el 40% de los padres reconoce su incapacidad para resolver los conflictos de convivencia, y uno de cada tres confiesa no saber cómo educar a sus retoños.
Hemos pasado sin apenas transición del padre tradicional y autoritario al padre permisivo que sólo quiere ser amigo de sus hijos. De un hogar donde las madres prohibían a los varones participar en las tareas domésticas a inculcarles el deber de compartirlas con sus hermanas y el ama de casa.
Ante su impotencia como educadores, los progenitores descargan su responsabilidad sobre los profesores, trasladándose así la tensión a los colegios, lo que pone a prueba la paciencia y la capacidad de resistencia de los docentes. La situación se complica aún más porque si los profesores exigen un mínimo de disciplina, impone algún leve castigo o simplemente llaman la atención al alumno, es probable que reciban una reprimenda de los padres, quebrándose así el principio de autoridad, indispensable en el sistema educativo.
Es evidente que la educación está en crisis, y de ello dan fe, entre otros testimonios, el elevado fracaso escolar, verdaderamente escandaloso, la insatisfacción de los padres por el escaso aprovechamiento, y el cansancio y desmotivación de los docentes. Tengo para mí que el mal arranca de la falta de aprendizaje con que la sociedad encomienda a la pareja la misión más trascendente y exigente como es la paternidad. Mientras cualquier profesión exige años de estudio y formación para su ejercicio, y para desempeñar un puesto en la Administración, por poco cualificado que sea, se precisa aprobar una oposición, a una pareja de adolescentes que contraen matrimonio religioso o civil se les pide que mantengan la armonía conyugal y que ejerzan de educadores sin ninguna clase de preparación previa, experiencia ni conocimientos de lo que se espera de ellos.
¿Qué diríamos de alguien que para aprender natación comenzase tirándose al agua sin ayuda de un monitor? Pensaríamos que el imprudente correría grave peligro de ahogarse. En trance parecido se embarcan quienes comienzan el ejercicio de cónyuges y de padres sin que nadie les haya enseñado el oficio. Que las cosas no salgan aún peor, debemos atribuirlo a la buena suerte o a un milagro.

miércoles, 4 de enero de 2012

Transparencia en las cajas

Las cajas de ahorros que recibieron ayudas del Estado para sanearse fueron obligadas a hacer públicas las retribuciones de sus altos cargos. Los interesados demoraron todo lo posible el cumplimiento hasta el último día de plazo, con excepción de alguna entidad que se negó en redondo, como fue el caso de la Caja España Duero, ateniéndose a las consecuencias.
Los datos públicos detallan los sueldos fijos que, siendo todos de elevado importe, alcanzan en varias ocasiones cifras millonarias, cual es el caso de Bankia presidida por el ex ministro Rodrigo Rato que cobra 2,3 millones, independientemente de la retribución variable. Este ingreso supera en mucho lo que percibió antes como director general del FMJ, del orden de 300.000 euros, sin que ello indique que su cargo actual implique mayor responsabilidad al del primero.
En general, la desmesura de los sueldos de los máximos directivos de las cajas se pone de manifiesto al reparar que las pagadoras son entidades de crédito cuyos beneficios, después de la dotación preceptiva a reservas, se destinan a obra social. En la medida en que las retribuciones salariales sean desmedidas, están dañando la cuantía de la concesión de becas, las subvenciones a asociaciones benéficas y culturales, etc, dentro de la amplia gama de actividades de este tipo que abarca la obra social de las cajas. Por haberse convertido gran parte de ellas en sociedades bancarias, la Obra Social queda reducida al mínimo, lo que producirá un vacío en la actividad asistencial y cultural que en 2009 rondó los 2.000 millones de euros. Por otro lado, tratándose de empresas deudoras de fondos públicos, en buena lógica carece de sentido que el dinero de los contribuyentes sirva para enriquecer a algunos privilegiados.
Todas estas razones abonan que el Banco de España no debería limitar su supervisión a la publicidad de los sueldos, sino a disponer que éstos no sobrepasasen lo razonable que no tendrían justificación económica y mucho menos ética. Sobre todo cuando el Gobierno acaba de congelar el salario mínimo de 641,40 euros. Eso al menos cabría esperar de los representantes del Banco de España en los consejos de administración, sabiendo además que las retribuciones fijas suelen ir acompañadas de otras variables: dietas, representaciones en empresas participadas, planes de pensiones, blindajes en caso de despido, etc.
Finalmente, sorprende que los principales ejecutivos de las cajas sean tan remisos en dar publicidad a sus emolumentos, por cuanto aquellas entidades siempre han pregonado su aceptación y práctica de la responsabilidad social corporativa, uno de cuyos principios es la transparencia de la gestión. Se nota que es más fácil predicar que dar trigo.

domingo, 1 de enero de 2012

Saludo al 2012

A lo largo del año que comienza podrán ocurrir acontecimientos imprevistos e inesperados, felices y aciagos no pocos, pero sin duda, unos y otros serán más de lo mismo, repetición de lo ya visto.
Veremos, por un lado desastres provocados por la ciega naturaleza tan maltratada por nosotros: huracanes, terremotos, erupciones volcánicas, corrimientos de tierras, sequías prolongadas acá e inundaciones devastadoras acullá. A estos males habrá que añadir los causados por la perversidad humana tales como guerras, terrorismo, revoluciones violentas, hambrunas, crímenes contra la humanidad y gentes desplazadas de sus tierras; o por la imprudencia, a saber: accidentes de tráfico, siniestros laborales, violencia doméstica, incendios, naufragios y epidemias y plagas. En resumen, desgracias sin cuento, desolación y sufrimiento configuran un panorama espeluznante que justificaría pedir al mundo que se detenga para apearnos de él.
Sin embargo, no tenemos otros al que trasladarnos y solamente nos queda el recurso de desviar la mirada de este lado oscuro de la vida y recuperar el resuello y despejar el horizonte de las sombras ominosas que lo pueblan a fin de recuperar fuerzas para recorrer los 365 días en el nuevo año, heredero del viejo.
Pese a la triste realidad que dibuja la enumeración precedente, es justo pensar como consuelo en las almas generosas y solidarias que consagran sus vidas al cuidado y consuelo de enfermos y desvalidos en un medio precario y adverso; en los artistas que se desviven por lograr su obra maestra en la literatura, la música, las artes plásticas y el teatro; en la callada labor de los científicos encerrados en sus laboratorios a la procura de verdades ocultas o de inventos que mejoren la vida de sus semejantes; en los pacifistas de corazón, que no diré que luchan sino que trabajan incansablemente por una convivencia armónica y justa, ajena a la violencia, y ¿por qué no? en las personas anónimas que día a día dan ejemplo de dedicación callada y constante a las tareas que hacen posible que el mundo funcione y no descarrile, sin que la fama pregone sus nombres.
Así de polimórfica, variopinta y heteróclita es la vida en sus múltiples manifestaciones. En definitiva, en el nuevo año asistiremos a una carrera sin fin entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte que comenzó con la aparición de los primeros homínidos y se renueva incesantemente. En el gran teatro del mundo la función seguirá representándose con la entrada en escena de millones de nuevos actores y la salida simultánea por el foro de multitudes que emigrarán al reino de las sombras para que los primeros sigan escenificando la comedia humana, con rasgos de tragedia, en este mundo cada vez más destartalado y hostil.
Querido Año Nuevo: te pido que seas clemente y nos depares mejores novedades que las que nos dejaron tus predecesores; mas, si no estuviera en tu mano concedernos esta gracia, que al menos no seas más cruel que ellos y nos permitas festejar tu despedida, que no será pequeño favor.
Esperamos lo mejor de ti, y con esta esperanza, te saludamos. ¡Bienvenido 2012!