martes, 7 de agosto de 2012

Hay alternativas


    Representantes cualificados de los partidos políticos, banqueros avariciosos y promotores de viviendas aprovechados tienen buena parte de  culpa del desastre que sumió a España en un agujero negro del que no se atisba la salida a corto ni a medio plazo, y a largo, como decía Keynes, todos muertos.
    Los que están al mando actúan al dictado de Fráncfort, Bruselas o Nueva York, y se justifican sosteniendo que no hay alternativa y que hacen lo que hay que hacer, lo cual consiste en conjugar sin descanso los verbos ajustar, recortar  y gravar con más impuestos a  la clase media y a los trabajadores, sin importarles las penurias, estrecheces y dolor que causan con sus medidas adoptadas, sin escuchar a nadie que disienta.
    El diagnóstico compartido es que España ha asumido una deuda pública y privada que por su volumen no sabemos como pagar. Ello conlleva la necesidad de despertar del sueño de creernos dueños de una riqueza que era ficticia y enfrentarnos a la infausta realidad en la que estamos metidos de hoz y coz.
    Como todo problema, este admite más de una solución, y la que se adopte estará influida por la forma de pensar y las ideas preconcebidas; en síntesis por la ideología política de quienes gobiernan que hoy es el neoliberalismo, el tratamiento a implementar, a fuer de justo, debe distribuir los sacrificios de forma equitativa y equilibrada, sin confundir a justos con pecadores y no tolerar excepciones ni privilegios. En definitiva huir de descargar el peso de la crisis sobre los hombros de los más débiles.
    Las metas a conseguir son reducir el déficit presupuestario de las distintas Administraciones, aumentando los ingresos y minorando los gastos.  A tal efecto, propongo  algunos ejemplos susceptibles de producir  los efectos deseados.

I. Cómo recaudar más:
a)    A corto plazo
Recuperar los impuestos sobre patrimonio y transmisiones
Gravar las SICAV
Reforzar la lucha contra el fraude
Imponer un gravamen especial sobre los mayores ingresos
b)    A medio plazo
Implantar la tasa Tobin
Reforma fiscal que grave por igual las rentas del trabajo y las del capital
Supresión de sociedades pantalla o ficticias sin actividad comercial

II. Cómo reducir gastos:
a)    A corto plazo
  Exigir el cobro de la deuda de los equipos de fútbol  
  Eliminar los cargos de asesores en las Administraciones. Para esa labor está el personal técnico.
  Reducir al mínimo la publicidad institucional
  Recortar las emisiones de las TV públicas en horario nocturno
  Clausurar las embajadas autonómicas
  Restringir los viajes de parlamentarios y jueces al extranjero
  Revisar las subvenciones y las desgravaciones del IRPF y del impuesto de Sociedades
  Restringir el uso de coches oficiales
  Reglamentar los sueldos de los funcionarios y políticos
  Suprimir los empleos de funcionarios nacionales y autonómicos redundantes
 Controlar  y dar publicidad a los gastos de agencias y organismos públicos (Banco de España, Comisión Nacional del Mercado de Valores, Defensores del pueblo, Tribunal Supremo, Consejo General del Poder Judicial, etc.)
  Suprimir la asignación a expresidentes del gobierno, exministros y exdiputados cuando perciban ingresos de la empresa privada de igual o superior importe
  Eliminar los partidos de fútbol en horario nocturno

b)    A medio plazo
     Suprimir las diputaciones provinciales
     Reducir a la mitad el número de municipios
     Reforma o supresión del Senado
     Eliminar los monopolios que aún subsisten
     Regular la proliferación de televisiones públicas
     Reorganizar organismos públicos que acumulan cuantiosas deudas AENA, ADIF, RENFE, FEVE, etc.

    En resumen, se trata de racionalizar  la actividad económica y la función pública y ajustar la presión fiscal a lo dispuesto en la Constitución.
    En cuanto a las propuestas hechas, no dudo que habrá quien las considere el chocolate del loro. Mi respuesta sería que en conjunto es demasiado chocolate y responden también a la necesaria ejemplaridad de la ley.

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